El olfato es el sentido más valioso del perro y el que más desarrollado tiene. Justo al nacer, cuando aún no tiene desarrolladas muchas habilidades que en un futuro le permitirán desarrollar una vida normal, el olfato es lo que permite que el cachorro se dirija hacia las mamas de su madre para alimentarse.
Las fosas nasales hacen que el olfato sea tan potente. En su caña nasal se encuentran las mucosas olfativas, que están replegadas sobre sí mismas y esto aumenta el contacto con las moléculas de olor. Gracias a esto, la superficie de su mucosa olfatoria crece considerablemente y se incrementan sus receptores olfativos.
Los perros desarrollan muchos instintos y tienen que ver con su genética, muy marcada en las diferentes razas que nos encontramos. El instinto se va desarrollando a lo largo de su vida y en perros que viven en un entorno doméstico, este no facilita el desarrollo de los instintos de forma natural como, por ejemplo, el instinto de caza y defensa.
Para potenciar el instinto natural del perro, Retorn ha creado el juguete Rub hecho a partir de una resina natural orgánica. El tacto de esta resina es mucho más agradable en la boca del perro y al ser más flexible y blanda, permite que el animal disfrute y juegue más. Al no llevar añadido carbonato calcio, hace que la textura de la resina sea más homogénea. No se trata de retar al perro a ver si tiene suficiente fuerza para romper una pieza, se trata que disfrute y se relaje, la resina orgánica Rub contribuye a ello.
Dentro del Rub se introducen los premios Bio Snack, siguiendo con la importancia de los alimentos que podrían encontrar en un entorno natural, hemos creado los Bio Snacks hechos de carne o vegetales, totalmente naturales. Al perro le costará recuperar la recompensa y estará entretenido consiguiendo el premio.
El objetivo final es que el perro disfrute, no que se excite, y que tenga que luchar para conseguir la recompensa. Mordiendo la resina natural orgánica liberará tensiones instintivas dadas por la frustración por no poder cazar en un entorno doméstico.
Los perros muestran un instinto gregario y jerárquico desde su nacimiento en la propia camada, estableciendo su orden dentro del grupo y el seguimiento del líder de la misma, por eso es importante transmitir este orden en un entorno doméstico para establecer quién es el líder en el contexto dónde vive.
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