¿Cómo son los roedores en su estado natural?

21 de septiembre de 2020

Los roedores son unos seres inteligentes, curiosos y sociables. Su estado natural, como su nombre indica, es roer, esconderse y se divierten saltando y persiguiendo a otros miembros del grupo. Son animales de hábitos crepusculares, su máxima actividad está registrada al amanecer y al atardecer. Su naturaleza sociable les permite crear una relación afectiva con sus dueños o cuidadores.

Los roedores más habituales son los conejos, cobayas, ratas, chinchillas, ratones y hámsteres, entre otros. El nombre de roedores nos dice bastante de su hábito, roer, de ahí la importancia de la salud de sus dientes. Sus dientes no paran de crecer durante toda la vida y es muy importante buscar su desgaste natural con juguetes o utensilios que lo faciliten.

Para domesticarlos en casa, lo primordial es aprender cuál es la mejor manera de manipularlos con las manos. No acariciarlos con mucha presión y dejarles espacio, si nos reconocen por nuestra voz y serenidad ya estarán tranquilos. Algunos como es lógico tienen mejor adaptación que otros.

La limpieza y el cuidado son muy importantes en su entorno doméstico. Pasan gran parte del tiempo lamiéndose para mantener limpio su pelaje y también lo hacen a otros roedores cuando están en grupo. Hay que tener constancia en el cepillado del pelaje, para así eliminar la cantidad de pelos muertos y evitar que los ingieran, ya que esto podría crear obstrucciones gastrointestinales.

En su hábitat natural son animales de presa que están escondidos en cuevas y túneles subterráneos. Necesitan tener un refugio para sentirse a salvo frente a cualquier peligro o amenaza.  Se recomienda incluir túneles de heno y otros elementos dentro de la jaula para que se puedan esconder y así evitar estrés. Tienen las garras delanteras fuertes para cavar y crear laberintos. Si ponemos una caja llena de heno será ideal para que puedan crear sus propios túneles.

Son presas de muchos animales carnívoros, por lo que mantienen el instinto salvaje. Están siempre atentos para huir rápidamente ante cualquier peligro y golpean sus patas traseras para alertar de un peligro o mostrar enfado.

En un entorno doméstico hay que ofrecerles espacios dónde puedan esconderse y se sientan seguros, cómo túneles o casitas de heno. Necesitan espacios adecuados para hacer actividad y para moverse y explorar. Jaulas amplias para que tengan espacio para moverse, saltar y tener espacios de refugio dónde poder descansar. Para ofrecerles una buena calidad de vida hay que adaptarles un hogar que se parezca a su hábitat natural, incentivando lugares para explorar, la búsqueda de alimentos, etc. Para complementar sus necesidades hay que proporcionarles zonas para escarbar, esconderse, espacio para el disfrute, espacios enriquecidos con jaulas, túneles, bebederos, etc. Esto ayudará a evitar problemas de comportamiento anormales y estrés. A parte, deben poder moverse para evitar problemas como obesidad.

Les encanta la hierba, son animales herbívoros, en condiciones naturales mastican hierbas y en un entorno doméstico deberían poder tener estos comportamientos de forma natural. Ofrecer distintas variedades de heno estimulará su comportamiento selectivo. Ofrecer juguetes como bolas de heno para estimular sus sentidos. Deben tener objetos para masticar manipular y descubrir. Como curiosidad, reingerir sus heces es algo natural en los conejos, es parte del proceso digestivo del animal.

Puede que también te interese…

Higiene en mascotas

Higiene en mascotas

Al igual que nuestra higiene, la de nuestros peludos también es esencial, se trata de una necesidad más que ayuda a...

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *